La década de 1980 se caracterizó por presentar amplios desafíos socioeconómicos, pero, también, oportunidades para la industria de la construcción del país. En ese momento, los altos intereses hipotecarios afectaban a los compradores de viviendas y a los desarrolladores, lo que influyó, en última instancia, en la actividad de construcción. esta situación dio paso a la búsqueda de opciones para atajar la creciente demanda de hogares asequibles. Fue en ese momento que el ingeniero estructural Porfirio Brito estableció Brito Development Group, empresa familiar que hoy goza de un sólido reconocimiento.
En ese momento, la mayoría de los proyectos que vieron la luz eran de infraestructura y otros se desarrollaron en municipios rurales, puesto que el gobierno federal brindaba préstamos de construcción con intereses más bajos. Fue un desarrollo de este tipo en San Sebastián el que marcó el inicio de la empresa del ingeniero Brito. A este le siguieron proyectos en Coamo, Aibonito, Juana Díaz y San Lorenzo.
A la sazón, su hijo, Alejandro “Alex” Brito Zubizarreta, le acompañaba a los proyectos y, poco a poco, fue comprendiendo y viviendo el amor de su padre por la tierra, el cual provenía, no solo por su profesión, sino también por haber crecido en un ingenio de caña, donde su abuelo fue director. Si bien la pasión -y la carrera- de Alex Brito giró en torno a las finanzas en el estado de Nueva York, en uno de sus viajes a la isla, ayudó a su padre en uno de sus proyectos de construcción -Estancias Reales- y echó raíces, formando parte de la compañía familiar, desde finales del 1993.
En este trayecto, el envolvimiento del Ing. Porfirio Brito en la entonces Asociación de Constructores de Hogares de Puerto Rico, hoy Asociación de Constructores de Puerto Rico (ACPR), fue crucial, llevándole a ocupar la presidencia en el término 1988 a 1980. Más adelante, su hijo, haría lo propio en el término de 2012 al 2014.
Hoy, Brito Development Group es una compañía que ha supervisado el diseño, desarrollo, construcción, venta y administración de más de 2,000 unidades residenciales con precios que fluctúan desde $250,000 a más de $4,000,000, para un valor combinado de aproximadamente $500,000,000.
En 1984, el Ing. Brito adquirió la finca de Aurelio Tió, en Guaynabo, una finca que comprende lo que ocupa en la actualidad la Villa de Torrimar, Mansiones Reales, Quintas Reales, Estancias Reales, Palma Real y Murano Luxury Apartments. Esto dio paso a la construcción de otro tipo de producto que revolucionó el municipio de Guaynabo y llevaría a la empresa a otro nivel, a partir de 1987. En este punto, pudiera pensarse que el impacto de Brito Development Group se mantuvo contenido a sus comunidades, no obstante, la empresa estableció mucha de la infraestructura pilar del área, posiblemente, convirtiéndose en la compañía que más infraestructura ha creado gratuitamente para el beneficio de Puerto Rico.
Esto incluye cientos de millas de carreteras como extramuros obligados, relocalizaciones de kilómetros de cables eléctricos, realizando, también, la relocalización privada de cables más grande en la historia de la isla, a finales de la década de 1990 y a principios del año 2000, que constaba de cinco líneas de transmisión de 230 kV y 115 kV que recorren el 100 x 35 del Sur hasta el Norte, y sin costo alguno para la Autoridad de Energía Eléctrica. La compañía también fue parte del combinado sanitario de Guaynabo Sur, a un costó $25 millones; y también construyó y desarrolló el primer peaje no estatal en Puerto Rico -el Conector Los Filtros-, en el 2016.
En el 2013, la construcción de Las Ramblas también cambió el paradigma de la industria, con viviendas comenzando en $229 mil, en el casco urbano de Guaynabo. Luego, vino Bel Air, con viviendas de $350 mil en adelante. Más adelante, reintrodujo al mercado el concepto de los “townhouses” con Rotonda at Downtown Guaynabo y, posteriormente, Belmont Guaynabo. Ahora, trabaja un Proyecto de este tipo de vivienda con terminaciones de lujo. También finiquita el cierre de una égida de 192 apartamentos bajo el programa CDBG-DR en el casco urbano de Guaynabo llamada Égida 837. Con la compra del remanente de Finca Elena, en Guaynabo, Brito Development Group se apresta a afianzar su posicionamiento con el desarrollo de varios proyectos dentro un plan maestro, a la vez que elaboran los planes de varios desarrollos comerciales a lo largo del Conector Los Filtros.
En la foto, el ingeniero estructural Porfirio Brito (izquierda) junto a su hijo, Alejandro “Alex” Brito Zubizarreta. (Foto por Rosario Fernández).