El tema del Plan de Uso de Terrenos ha sido un asunto de mucha discusión y contención por más de veinte años. Distintos grupos de interés han comentado sobre su importancia. En este artículo atendemos este tema enfocado en diez preguntas.
El Plan de Uso de Terrenos (PUT) es un documento que pretende ordenar a nivel macro la política pública sobre el uso de terrenos en Puerto Rico. Se intenta cumplir con la política pública expresada en nuestra Constitución de balancear el uso y desarrollo de los terrenos con la conservación de recursos naturales.
El PUT fue requerido por la Ley 550 del 3 de octubre de 2004. La misma ley expresa que es importante “dirigir nuestro desarrollo hacia uno verdaderamente sustentable”. Además, la exposición de motivos indica que “no se ha podido controlar eficazmente el deterioro ambiental en Puerto Rico”. Por desgracia, no se ofrece evidencia o métrica que apoye la existencia de un deterioro ambiental en Puerto Rico, sus causas ni magnitud. Además, se menciona aumento en población en el 2000 que no se materializó, impactos que esto causa que no necesariamente son reales precisamente por la disminución poblacional.
El PUT incluye dos documentos principales: un memorial y el mapa con las calificaciones de terrenos para todo el territorio. El memorial incluye, entre otros, una descripción de las categorías de las calificaciones de terreno, que se dividen en tres; suelo urbano, suelo urbanizable no programado y suelo rústico. También se incluye información de trasfondo, procesos de administración, principios rectores y la implantación del Plan.
Tanto la clasificación como la calificación son términos utilizados en los distintos instrumentos de planificación en Puerto Rico. La clasificación se refiere a la ordenación del suelo. En el PUT, se dividen en tres categorías básicas; suelo urbano, suelo urbanizable y suelo rústico (como se describió anteriormente). Sin embargo, la calificación se refiere a la designación de usos del terreno y su intensidad. Más específicamente es un sinónimo de zonificación.
Por requerimiento de Ley, el Plan debe revisarse totalmente cada diez años. Entendiendo que el vigente se adoptó a fines del año 2015, es requisito se haga una revisión este año. Hay muchos aspectos a considerar en esta revisión. Esto es de particular importancia debido a que los supuestos utilizados para elaborar el plano no se cumplieron.
La contestación rápida a esta pregunta es porque tiene muchos efectos sobre los derechos de propiedad de los terrenos. El plan de uso de terrenos, al igual que los planes de ordenación territorial limitan lo que se puede hacer en cada propiedad. En el pasado, se han realizado cambios a los derechos de propiedad con implicaciones económicas a los dueños. Los Planes de Ordenación Territorial deben estar atemperados al PUT. Además, cualquier consulta de ubicación debe evaluarse a la luz del contenido del PUT, por lo que su contenido es crítico a la hora de evaluar una propiedad para el proyecto que se está buscando desarrollar.
El sentido común apuntaría a que hubiese un proceso continuo de validación y que se pudiera retar la clasificación de un terreno. Por desgracia, el PUT incluye algo de esto, pero en procesos onerosos. Se puede alterar la clasificación de una propiedad mediante las revisiones a los planes de ordenamiento territorial de los municipios. Esto ocurre en un ciclo que podrían resultar muy largo para la necesidad tanto de los municipios como de la población. Esto es más apremiante buscar un receso que haga más sentido debido a la necesidad de vivienda asequible que vemos hoy en Puerto Rico.
Por un lado, las variaciones a la clasificación de un terreno se pueden realizar mediante las revisiones a los Planes de Ordenamiento Territorial de los municipios. Esto se requiere cada ocho años, término que ha resultado ser muy largo para las necesidades de todos.
Además, los estudios utilizados (sobretodo el económico) eran muy antiguos para cuando se adoptó el PUT. Nunca se revisaron en ese proceso.
Encima de esto, se usaron bases de datos que eran informativas. De hecho, los autores de ellas (al igual que la JP) advertía que no podían ser utilizadas para propósitos legales. Por desgracia eso fue lo que acabó ocurriendo.
El resultado de todos estos problemas fue tener un mapa desbalanceado y con clasificaciones que no se ajustan la realidad de una porción significativa de los terrenos.
El PUT ha sido objeto de expresiones de inconformidad por grupos diversos de nuestra sociedad. Estas expresiones se han concentrado más en los mapas que en el memorial. Grupos ambientalistas reclaman que no se dedicó para conservación una cantidad suficiente del territorio, lo que creó inconformidad con muchos alcaldes. La realidad es que no se dedicó una cantidad suficiente de terrenos para desarrollo urbano.
La adopción del PUT trajo también alegaciones de falta de notificación adecuada a los dueños de propiedad cuyo terreno se vio afectado por cambios de clasificación. Muchos expertos entienden que la Junta de Planificación debió haber notificado en aquel entonces a todos los dueños que su propiedad.
También están los problemas que expresamos arriba. Incluso, vimos como se clasificaron terrenos sin un proceso de validación de los mapas. Esta falta de validación llegó al punto que se dedicaron terrenos para actividad agrícola que; no tienen agua para dicha actividad o que fueron autorizados previo a la preparación del PUT para ser desarrollados para diversas actividades. En fin, este proceso de adopción fue uno que dejó al descubierto como a veces la prisma gubernamental por sacar algo se interpuso en la preparación de un documento coherente y que cumpliera con las expectativas de nuestra sociedad.
Por un lado, es importante tener un proceso en el cual los dueños puedan validar las características de un terreno que llevaron a un terreno a ser clasificado y lograr variarla de ser necesario. Después de todo, los planes deben ajustarse a la realidad física del territorio y us posibilidades tanto de desarrollo como de consrvación o hasta preservación. Tengamos en cuenta que, como se hace en todo el planeta, hasta algunas propiedades que se conservan tienen su actividad turística y/o recreativa para el disfrute de todos.
Además, utilizar herramientas modernas que permitan mantener las bases de datos actualizadas. Esto podría incluir inteligencia artificial para utilizar capas de información actualizadas que provengan de fuentes oficiales y confiables.