En Puerto Rico, la temporada de huracanes es un período crítico que plantea desafíos significativos para el suministro de agua potable. Durante esta época, la isla enfrenta no solo la amenaza de fuertes vientos y lluvias para la construcción, sino también la posibilidad de interrupciones en el suministro de agua debido a daños en la infraestructura y sistemas de tratamiento. Como resultado, garantizar un suministro seguro de agua potable se convierte en una prioridad crucial para las autoridades y residentes.
Los huracanes pueden dañar las redes de distribución de agua y las plantas de tratamiento, dejando a comunidades enteras sin acceso a agua limpia y segura para beber, cocinar y otras necesidades básicas. En muchos casos, se produce contaminación del agua debido a la infiltración de aguas residuales o la presencia de escombros y contaminantes en las fuentes de agua. Esto crea un riesgo significativo para la salud pública y puede desencadenar brotes de enfermedades transmitidas por el agua.
Para abordar estos desafíos, una de las herramientas de prevención es la instalación de cisternas de agua. Estos sistemas permiten que mitiguemos la complejidad de la falta de suministro de este preciado líquido. Como responsables de la construcción de proyectos con múltiples propósitos tanto residenciales como comerciales, sería recomendable que cada año integremos más soluciones relacionadas a reducir la vulnerabilidad de Puerto Rico durante la temporada de huracanes y garantizar un suministro seguro y confiable de agua para todos los puertorriqueños.
Cuando se toma en cuenta que el agua es esencial para todos los seres vivientes es importante tomar conciencia en época de huracanes y siempre sobre la responsabilidad de preservarla. ¿Sabía usted que una pluma goteando gasta 17 galones aproximados por día y un tanque de inodoro con deficiencia gasta 1,190 galones diarios? ¿Que perderá toda el agua de su cisterna si el “check valve” de la línea matriz esta dañado?
Ser parte de la evolución del país en temas de suplido de agua debe ser prioridad para todos los que tenemos la oportunidad de hacer la diferencia educando y ofreciendo soluciones que son parte del día a día de tantos puertorriqueños.