4 de febrero de 2019 - Recién se ha materializado una alianza entre el sector privado y el gobierno para adiestrar a jóvenes que interesen trabajar en la industria de la construcción. Esto constituye un paso de avance, en el cual el sector privado juega un importante rol contribuyendo en adiestrar futuros trabajadores en las destrezas que nos hacen falta en el sistema público de enseñanza de Puerto Rico.Previo a la debacle económica, en la industria de la construcción, típicamente las destrezas se pasaban generacionalmente. La contracción de la industria produjo que este proceso se interrumpiera. Además, nuestra fuerza trabajadora se redujo de cerca de 100,000 empleados a fines de los años 90 a meramente 29,000 en agosto de 2017. El paso de los huracanes en septiembre de 2017 catapultó la necesidad de posiblemente hasta 150,000 trabajadores en nuestra industria. A fines del 2018, el número de trabajadores en la industria de la construcción había aumentado a aproximadamente 45,000.Queda mucho por hacer. Es por lo que hace sentido entrenar personas para que puedan comenzar a trabajar en la construcción. Más que un esfuerzo desde el sector que los empleará es importante lograr que nuestros jóvenes aprendan las destrezas que nuestra industria necesita.La Asociación de Constructores de Puerto Rico junto a la Asociación de Contratistas Generales de América Capítulo de Puerto Rico y Caribbean Project Management han unido esfuerzos precisamente para contribuir a este propósito. Mediante un proceso de identificación de interesados, adiestramiento, certificación y reclutamiento se pretende aumentar la capacidad de nuestra fuerza trabajadora. Esta herramienta permitirá que nuestros trabajadores obtengan una certificación reconocida nacionalmente y la cual es otorgada por el “Home Builders Institute” (HBI) o el “The National Center for Construction Education and Research” (NCCER). En conjunto a la obtención del diploma de escuela secundaria, este adiestramiento añadirá valor a nuestros jóvenes toda vez que estarán listos para entrar a la fuerza trabajadora al momento de graduarse. La meta es comenzar con 2,100 jóvenes este semestre académico.Además, con este esfuerzo aumentaremos la capacidad de la industria de la construcción local. El aumentar nuestro recurso más importante, el humano, ayudará a ejecutar los proyectos de la reconstrucción en el tiempo en que la ley requiere que se utilicen los fondos.Por otro lado, esperamos lograr mejorar las cifras de empleo y participación laboral al dar la posibilidad que los graduados puedan emplearse en un corto tiempo. No es la primera vez que se da este tipo de esfuerzo. En múltiples estados de la nación (i.e. Florida, Texas, Nuevo México, etc.) existen alianzas para entrenar la fuerza laboral en la construcción.También, se ha utilizado en programas del Departamento del Trabajo Federal como el “Job Corps”.Resulta interesante que, en la ciudad de Medellín, Colombia, se hicieron esfuerzos en alianza entre la empresa privada y el gobierno para readiestrar jóvenes que se habían involucrado con el narcotráfico.En resumen, la primera etapa de este esfuerzo es la respuesta de la industria a la necesidad de aumentar nuestras capacidades para reconstruir a Puerto Rico. En la educación de la fuerza laboral en distintos sectores podremos añadirle valor al sistema y obtener las destrezas que los diferentes sectores de la economía requerimos.Además, ayudaremos a mejorar las posibilidades de nuestros jóvenes a tener mejor calidad de vida. Gracias a la secretaria de Educación, Julia Keleher, por creer en esta iniciativa y lograr ejecutar el programa en alianza con el sector privado. Manos a la obra.Fuente: El Nuevo Día, columna escrita por Ing. Emilio Colón Zavala