Ante los retos de acceso a los abastos de agua, Puerto Rico Water, a través de sus sistemas de cisternas, brinda una solución a los consumidores.
El agua es un recurso esencial para el desarrollo económico y social; y vital para mantener la salud, cultivar alimentos y gestionar el medio ambiente. Sin embargo, por diversas razones, el mundo -y Puerto Rico- se enfrentan a una crisis sin precedentes de los abastos de agua. Aunque la superficie del globo terráqueo se compone de 70% agua, el 97% de esta es salada. Solo el 3% es agua dulce, pero el 2.5% de este limitado recurso está inaccesible porque se encuentra congelado en los glaciares en los polos norte y sur, en la atmósfera, el suelo, o contaminada, según el Bureau of Water Reclamation de Estados Unidos. Lo que sobra, un 0.5% que se encuentra en los ríos, quebradas, lagos, embalses, acuíferos y manantiales, es lo que tenemos disponible para consumo humano, lo que lleva a una realidad: el agua es un bien escaso y finito.
Mientras el acceso al agua limpia a nivel mundial continúa siendo un problema que debe ser atendido por los gobiernos, otros elementos inciden en este asunto. Entre estos se encuentra el cambio climático, que, cada vez más, ocasiona sequías severas o lluvias torrenciales que afectan las cuencas hidrográficas del país, y que se estima, continuará empeorando.
“El cambio climático es un tema de envergadura a nivel mundial, pero que muchos países, incluyendo Puerto Rico, no han tomado muy en serio”, opinó Luz B. Otero, fundadora y presidenta de Puerto Rico Water Management. “Eso tiene repercusiones devastadoras y preocupantes”, dijo Otero, quien agregó que, en el caso de Puerto Rico, la situación se agrava por la falta de dragado en los embalses y la falta de mantenimiento que ha afectado la infraestructura de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) por años, llevándola a un deterioro considerable.
“A esto se suma la situación del COVID-19, [que ha hecho que] la escasez de mano de obra haya empeorado para todas las industrias. Así que estamos en una coyuntura muy delicada”, apuntó, al destacar la necesidad de que la población tome conciencia de la seriedad del asunto y no quede solamente en manos del estado.
Fue precisamente una crisis, provocada por el azote del huracán Hugo en 1989, lo que llevó a Otero a establecer su negocio. “Ya son 33 años en esta industria y veo cuán delicada es la situación, cada vez que viajo por la isla”, aseveró la empresaria, quien, por su línea de trabajo, ha sido testigo de primera mano de lo deteriorado del sistema, los efectos de las sequías, las complicaciones de los embalses por la sedimentación y las fugas de agua que hacen que se pierda un por ciento alto de agua potable en el país, entre otros aspectos.
“Los huracanes Irma y María y, más recientemente Fiona, pusieron de manifiesto la fragilidad de los servicios esenciales de la isla, sobre todo en lo que se refiere a energía y a la disminución de la capacidad de acceder a los abastos de agua ante emergencias y en el día a día de los ciudadanos”.
Para Otero, ante las crisis que enfrenta Puerto Rico, los ciudadanos están llamados a tomar acciones concretas para tratar de paliar la situación y una de las soluciones de resiliencia que propone es contar con cisternas de agua que aseguren el suministro de agua potable en momentos cuando la distribución de este líquido es limitada o no está disponible. Por ello, las cisternas son un equipo esencial para los hogares, empresas e instituciones de todo tipo.
“La cisterna se ha convertido, desde hace muchísimos años, en un producto de primera necesidad”, aseguró Otero, quien explicó los cinco elementos que se deben tomar en cuenta al adquirir un sistema de cisterna.
Con una amplia trayectoria en el mercado local, Puerto Rico Water ofrece diez años de garantía en la cisterna y un año de garantía en el sistema de bombeo eléctrico, convirtiéndose en la empresa de su ramo que más garantía brinda.
Otero agregó, además, que la compañía cuenta con técnicos especializados con más de 20 años de experiencia y posee una gran estabilidad en el mercado, brindando sus servicios a consumidores individuales, empresas y organizaciones privadas y gubernamentales, así como a desarrolladores, a quienes suplen equipos a tarifas especiales a través de su División de Contratistas.
Asimismo, Puerto Rico Water cuenta con sistemas con capacidad desde 110 galones, aptas para apartamentos, hasta 5,000 galones de agua.
Honrada de tener la oportunidad de aportar a resiliencia de los hogares puertorriqueños, Otero subrayó que, si no cuidamos nuestros recursos, vamos a tener un problema serio. Por lo tanto, instó a las personas a que se eduquen.
“La educación es una obligación que nos incumbe a todos, pero en nuestro caso particular como empresa dedicada a la industria de los abastos de agua que es nuestra razón de ser, tenemos una responsabilidad moral con el ciudadano. Es menester usarla con conciencia porque el agua es vida y si la conservamos ganamos todos como sociedad”, expresó la empresaria, quien exhortó no solo a proteger el preciado líquido y cuidar su consumo, sino también a educar a las generaciones más jóvenes para que hagan lo propio.